domingo, 7 de diciembre de 2014

V YETI TRAIL 2014

Tras bastantes meses sin competir y después de un parón importante en los entrenamientos durante el mes de verano me siento preparado para volver al tajo.



Echaba de menos el ambiente de las carreras, ver a amigos y conocidos y contarnos nuestras batallitas. Sólo por esto merece el esfuerzo de asistir a las carreras a sufrir un buen rato.


Momentos previos con Jesús, Javi y Josquín

Pistoletazo de salida. Salida calmada en cabeza de carrera, hasta que en la en la primera subida Juan Miguel Cuenca comienza a apretar y se va estirando el grupo de cabeza. Ya de primeras cuento con que hay cuatro corredores con los que no tengo nada que hacer: Cueca, Javi Salar, Yedra y Mendoza. Además con ellos se va otro corredor que no se muy bien quien era, pero que a la postre se retiraría




Hacemos un grupillo de 4 corredores entre los que se encuentra Joaquín Cárceles. Más tarde se reincorpora al grupo Calixto. Estos primeros kilómetros es Joaquin quien marca el ritmo. Llevamos un ritmo cómodo. Me viene bien ya que mi intención era salir algo contenido y es así como me siento. Llega un momento, en el kilómetro 8, en el que decido ponerme en cabeza y apretar. Me quedo solo. Llego al avituallamiento de la casa forestal, recargo rápido y salgo pitando. Afronto la subida a Peña Apartada. En el final de un repecho importante veo a uno de los corredores que se fue en cabeza en la salida. Hago cálculos y lo tengo a 3 minutos.

Llego al primer pico y veo a José Alberto, que hoy está en la organización de carrera. Me da ánimos y referencias con las distancias del grupo de cabeza. creo recordar que me dice que el primero va a 10 minutos. Empiezo la primera bajada de la carrera. Bajo suelto, fluido y con buen ritmo pero sin apretar ya que voy solo, no veo nadie por detrás y queda mucho tiempo por delante.

En Peña Apartada
Ahora toca la subida de la carrsca y por detrás veo a un corredor de CEX Cartagena que me va pillando. Yo sigo tranquilo con mi ritmo y haciendo mi carrera. Llegamos al segundo avituallamiento. Recargo rápido y me juntó con mi perseguidor. Al avituallamiento he llegado un poquito pájara, pero en cuanto como y bebo la cosa cambia. Empiezo a andar y correr para arriba de manera alternada y voy alejándome de mi compañero.

Llegando a Collado Mangueta miro para atrás y veo a Jesús Molina que va como una moto. Hace como nadie el ir de menos a más y ya contaba con que me iba a pillar. Increíble lo de Jesús. Hace dos semanas se casca una ultra de 125 kilómetros y la semana pasada hace 3 horas en la maratón de Murcia. Me pide paso bajando la Canaleta, intento seguirlo, pero a los pocos minutos me doy cuenta que no tengo nada que hacer y que si sigo así el sobreesfuerzo me va a pasar factura, por lo que aflojo y se va.

Terminan las zonas más técnicas de la Canaleta, me relajo y ZAS!, pedazo de patada que le doy a una piedra. Veo las estrellas. A día de hoy aún me duele el pie. Lo bueno de ir tan puteado compitiendo es que se relativizan golpes como estos. Tu cuerpo está inmerso en una ola de sufrimiento, por lo que un dolor más no cambia demasiado la cosa. Sigo cojeando unos minutos hasta que me recompongo.

En la transición hasta la subida al Morrón chico me engancha de nuevo el corredor del CEX Cartagena. Se aleja un poco y vamos haciendo la goma. Avituallamiento pre-cortafuegos y para arriba. Toca la subida más dura de la carrera en la que se anda sí o sí. Gran sorpresa ya que me encuentro bien y llevo un ritmo bastante estable. Me cruzo con Anto López, que está siguiendo la carrera aprovechando para hacer un entrenamiento y me acompaña unos minutos para arriba. Me da conversación y me viene de puta madre para evadirme del esfuerzo. Miro para atrás y veo que viene Calixto con buen ritmo dispuesto a pillarme. Anto para y lo espera mientras yo sigo. Mientras tanto el corredor del CEX Cartagena flojea y lo adelanto.


Llegamos a un tramo de transición entre el final del cortafuegos y la subida por la Senda del Caracol. Recuerdo que el año pasado lo tuve que hacer entero andando y este lo hago entero corriendo. Buena señal. Subiendo el Caracol veo que Calixto está a 30 o 40 segundos de mí. Yo sigo a lo mío. Llegando al Morrón Chico empieza a hacer frío, viento y a llover fuerte. Llevo un chubasquero en la mochila pero prefiero seguir y no perder tiempo. Voy corriendo fuerte y el calor generado me ayuda a compensar el frío. Me acuerdo de Calixto, al que no le sienta nada bien el frío. Lo veo y va jodido. Creo que ya no va a poder pillarme. Por detrás de él veo a un corredor al que no conozco. Va fuerte y me adelanta. Consigo mantenerle el ritmo, y coronamos el pico juntos. Comenzamos la última y larga bajada. Terreno delicado, técnico y con mucha roca mojada. Me encanta. Sigo el ritmo que marca mi acompañante y vamos charlando un ratillo. Esta es la parte de la carrera que más me gusta, ya que el paisaje es brutal. Cuando estamos a 1 km de Collado Blanco me noto con fuerzas y lo adelanto dejándolo atrás. Último avituallamiento sólido y para abajo.

Llegando a la pista de Leyva me ecuentro de nuevo con Anto. Me hace de "pacer" hasta el barranco de las brujas y me da conversación. Es una suerte tener amigos así. Voy mirando hacia atrás y no veo a nadie. Me gustaría tener una llegada tranquila, pero va a ser que no. Justo antes de entrar en el barranco miro hacia atrás y veo al corredor que había dejado atrás en Collado Blanco a 15 segundos de mí.

Me escapé en el kilómetro 8 y estamos en el 42. Salvo con Jesús Molina he sido capaz de defender mi posición con uñas y dientes. Creo que merece la pena un apretón más. Aprieto el ritmo todo lo que puedo, sin mirar atrás. Pasan los minutos y nadie me adelanta. ¡Por fin meta! 

Mi crono 5h02'. 3 minutos menos que el año pasado. Veo las clasificaciones y me quedo muerto. He quedado quinto. No esperaba estar tan arriba. Uno de los corredores de cabeza se ha retirado y Javi Salar se ha torcido el tobillo. Muchos meses después puedo confirmar que me encuentro recuperado y en el buen camino. ¡A seguir trabajando!

 
 

viernes, 4 de abril de 2014

III CROSS VILLA DE BLANCA

Por segundo año consecutivo me planto en Blanca dispuesto a mejorar el buen puesto que conseguí en 2013. Se trata de una carrera bastante rápida con 16 kilómetros y pico y 400 m de desnivel positivo. La lógica me dice que debo de hacer un mejor crono que hace un año, dado que es evidente que este año soy un corredor bastante más completo que el año pasado. Por otro lado también soy consciente que desde mi "pinchazo" en la carrera de Chiva de diciembre mi rendimiento está siendo bastante irregular y con multitud de altibajos.



Hago un buen calentamiento. Carrera continua, estiramientos y rectas progresivas. 10 minutos antes de la salida me casco un gel de cafeína y un buen chupetón de un gel energético. Decido correr la carrera con el gel en la mano. Sé que es un arma de doble filo, pero he introducido en mi GPS el track de la carrera que hice hace un año y he activado la función "Virtual Partner". Esta función te permite competir contra ti mismo, indicándote el reloj en cada momento el tiempo que vas por delante o por detrás de la carrera introducida. Arma de doble filo puesto que es un aliciente el ver que vas mejorando el crono contra el que compites, pero también puede hundirte la moral si ocurre lo contrario. Hay quien me pregunta que por qué me complico siempre tanto, que de dónde viene ese afán de competir. Me gustaría poder disfrutar simplemente corriendo, sin estar pendiente de posiciones o tiempos. Pero cada uno es como es y yo no soy así. La motivación para sacar adelante cada entrenamiento o exprimirme en cada carrera es sentir que voy mejorando. Quizá en un futuro tenga que cambiar el chip, porque el margen de mejora conforme progresa tu nivel es por lógica cada vez más escueto.

Salida a todo pistón


Se da la salida y salgo en cabeza junto al joven Khalid Masski, del Cieza Trail. Los primeros compases de carrera discurren paralelos al río. Totalmente llanos permiten ir a un ritmo por debajo de 3'30''/km sin demasiados problemas. Voy segundo, y en el primer kilómetro está claro que Khalid va a ganar la carrera. Se va alejando muy poco a poco pero se le ve muy cómodo. Me adelanta un veterano, Antonio Almendros, y coge la estela de Khalid.

En tercera posición



Atravesamos un parque y subimos un pequeño repecho con escaleras incluidas. En la bajada que enlaza de nuevo con el río alcanzo a Antonio y Khalid se va. Cuando vamos llegando a la única subida importante de la carrera nos juntamos un grupo de 4 corredores. Hago cuentas y veo que los 3 corredores que me acompañan tienen pinta de veteranos. Por lo tanto voy segundo senior. En la primera mitad de la subida Antonio Almendro se ha ido y los 3 que quedamos vamos alternándonos en la tercera posición. Consulto el "Virtual Partner" y voy 40 segundos más rápido que año pasado. Estupendo.

Empezando a subir

En la segunda parte de la subida tengo un pequeño bajón y me quedo solo en quinta posición. El tercero y cuarto me sacan 20 ó 30 segundos. Miro hacia atrás y no viene nadie. Decido acomodarme en esta posición y dosificar, puesto que estoy en posición de podium en mi categoría y nadie amenaza por detrás de relegarme de ese puesto. Confío que cuando llegue la bajada pueda alcanzar al tercero y al cuarto. Coronamos y empieza la bajada. Todo por pista muy corrible. Sigo en solitario y, no se si por falta de referencias o porque no doy para más, no logro reducir la ventaja que me llevan los de delante. Además sigo sin ver a nadie por detrás que pueda alcanzarme. Sigo consultando el "Virtual Partner" y veo que mi ventaja se a reducido a 0. Me jode un poco la verdad, pero mi posición es buena y voy contento. A pesar del ritmo alto de carrera trato de recrearme con las vistas de estos parajes.

Embalse del Azud de Ojos

Pruebo a chupar un poco de gel. Error. Corriendo a este ritmo y sin agua que pueda diluirlo, se me queda pegado a la garganta y me da una sensación como de asfixia que me rompe totalmente el ritmo. Eso por experimentar en carrera. Te lo mereces. Al rato me dan arcadas y mi estómago regurgita una mezcla bastante asquerosa. Pues creo que mejor me olvido del gel. Cuando quedan 4 kilómetros para meta veo que me he acomodado demasiado en la posición que llevo. Voy 40 segundos por detrás del Virtual Partner, y lo que es peor, tengo a dos corredores 20'' por detrás de mí. Me pongo las pilas e intento apretar el ritmo. De los dos perseguidores queda por detrás de mí sólo uno. Vamos haciendo la goma. Me va pillando, me asusto, aprieto y me separo un poco. Me relajo me pilla de nuevo y vuelta a empezar. Consulto el Virtual Partner y mi "desventaja" va disminuyendo.

Entramos al pueblo. En terreno totalmente llano mi perseguidor sigue muy cerca, a menos de 10 segundos. Me tomo el último kilómetro en serio, aprieto el ritmo y lo dejo atrás. Consigo entrar en meta en 5ª posición en la general y 2ª en mi categoría. Mi primer podium. Está claro que el tema de la posición es bastante relativo y circunstancial, y depende por completo del nivel de los que se hayan apuntado al evento, por lo que no le doy demasiada importancia a haberme subido al cajón. Pero mola, jeje.

Segundo Senior


He tardado 13'' más que el año pasado. Teniendo en cuenta que hace dos semanas he atravesado un nuevo bache de bajísima forma me doy por contento. También me queda la sensación de que ir tantos kilómetros solo no ha permitido que me pueda exprimir al máximo. Esta carrera ha sido un buen empujón de cara a las tres carreras que tengo por delante. Callosa Extreme, el Campeonato Regional de Carreras por Montaña en El Valle y ZEGAMA-AIZKORRI, LA CARRERA.

Tremenda la carrera que me espera en Zegama

martes, 18 de febrero de 2014

II TRAIL SAN JORGE DRAGON (10K)




Dado que podríamos decir que La Alcayna es mi tierra, donde me crié e hice mis pinitos deportivos en el Coto de los Cuadros, me pareció injusto no acudir a esta cita. Esta ha sido la segunda edición. El año pasado me inscribí en la primera edición y la verdad es que acabé bastante decepcionado dado que, yendo de los primeros en la modalidad de 30 Km, me perdí en los primeros compases de carrera. El trazado estaba mal balizado y no era coherente, lo que supuso que casi todo el mundo se perdiese. Como consecuencia de esto me propuse olvidarme de esta prueba.

Cuando vi que la organización este año se estaba poniendo las pilas encargando a mi amigo y compañero de club Anto López la organización y balización de nuevos trazados, organizando un sin fin de actividades para toda la familia y consiguiendo que corredores de muy buen nivel acudieran a la cita, no me lo pensé dos veces y me apunté a la modalidad 10 Km.

Perdona, ¿me dices la hora?

Salida a todo trapo en falso llano picando hacia arriba. Un loco que no sé quien era sale esprintando a menos de 3'/km, pero a los 300 m afloja el ritmo y se queda atrás. Supongo que lo hizo un poco por gastarse una coña. Enfilamos el tramo de asfalto. Calculo que a ritmo de 3'30''-3'20''/km. Es increíble el efecto dorsal. Se trata de un ritmo con el que echo la papilla haciendo series pero que en carrera me resulta relativamente "cómodo".

No sé como me las apaño para salir con estos caretos. Solo llevamos 30 m de carrera...

Formamos el grupo de cabeza Fran Fuertes, Fran Nicolás, un corredor que no conozco y yo. A muy pocos metros me sigue Juanjo Ruiz y otros a los que tampoco conozco. Dado que nos vamos conociendo tanto de otras carreras como de entrenos de series en pista sé que no tengo nada que hacer con Fran Fuertes y Fran Nicolás, ya que son muy rápidos. Mi objetivo por tanto se centra en vigilar a Juanjo Ruiz, que también corre que se las pela, y al resto de corredores del grupo de cabeza entre los que no sé si hay algún "tapado". De repente Fran Nicolás mete un cambio y comienza a alejarse del grupo. Fran Fuertes aprieta también y lo sigue. Yo no puedo ir más rápido, por lo que me conformo con liderar el grupo perseguidor. Empiezo a darme cuenta que el tercer puesto está a mi alcance.

Nada más empezar a pisar el monte primera sorpresa. Ha habido un pequeño cambio en el recorrido, y en lugar de correr en llano paralelos a una rambla nos meten una subida corta pero muy empinada que sube un cabezo que queda a la izquierda de la rambla. Esto es un 10.000 y no estamos para tontería, por lo que olvídate de andar, aprieta el culo y corre hacia arriba. A ritmos tan altos estos pequeños cambios duelen mucho. Antes de subir este cabezo he bajado mi posición al cuarto puesto, dado que un corredor del Sunset Runners, Antonio Miguel Parra Arabit, me ha adelantado. Creo que es el corredor más rápido de este club. No me suena haberlo visto en ninguna carrera por montaña, por lo que entiendo que donde más se prodiga es en el asfalto. De hecho coincidí con él el verano pasado en una carrera popular en Blanca de 10 km. En esa carrera me adelantó en los 2 últimos kilómetros y quedó delante de mí. 

Duelo de dos pedazo de atletas

Antes de empezar la pequeña subida oigo un grito por detrás. Tras la carrera me enteré que fue Juanjo Ruiz que se torció un tobillo, lo que le privó de opciones de quedar arriba. En carreras tan cortas cualquier fallo se paga caro y es imposible recuperar el tiempo perdido.

Juanjo Ruiz, por desgracia ya fuera de carrera por su torcedura de tobillo.

Coronamos y en un santiamén nos encontramos bajando la senda de el "Calvario Chico". Se trata de una bonita senda en la que, a pesar de no ser nada técnica, veo mi oportunidad para sacar a relucir mis cualidades de corredor de montaña frente a otros corredores que en general son más de asfalto. De vez en cuando miro el GPS durante la bajada y voy más o menos a 3'15''/km. No está mal. Araño algunos segundos a la ventaja que me lleva Arabit, aunque no lo suficiente, dado que baja mejor de lo que me esperaba. Lo que sí consigo es despegarme de mis perseguidores. Dejo de sentir tras mi cogote el resoplido de la manada de búfalos que llevaba detrás.

Apretando en el Calvario Chico

El resto de la carrera se puede resumir en lo siguiente. Fran Fuertes y Fran Nicolás hace un rato que desaparecieron y estoy seguro de que estarán teniendo un bonito duelo. Yo por mi parte he abierto una buena brecha con mis perseguidores y llevo a Arabit a la vista, con una ventaja que va oscilando entre los 10 y 20 segundos. Pronto me doy cuenta que va a ser muy difícil que lo alcance, ya que en carreras tan cortas no puedes confiar en tener paciencia y esperar que tu rival desfallezca, como suele ocurrir en carreras largas. Además pronto me doy cuenta de que de vez en cuando mi rival echa la mirada hacia atrás para analizar mi progresión y regular su ritmo para no desgastarse demasiado. Lejos de conformarme y gestionar mi cuarta posición haciendo lo mismo y vigilando a los que me puedan perseguir, intento echarle narices y apretar al máximo tratando de convencerme de que el esfuerzo merece la pena ya que puedo optar a subir por primera vez a un podium. Voy cuarto y los cuatro primeros estamos en categoría senior, por lo que en mi actual posición tampoco estoy en un disposición de hacer podium en mi categoría.

Arabit perseguido por un servidor

Llegamos a la subida que enlaza con la senda de el "Calvario Grande". Miro hacia atrás en la pista que vamos a abandonar y confirmo que mis perseguidores están bastante lejos porque no veo a nadie. Quizá esta sea mi oportunidad para alcanzar a Arabit. Se supone que lo mío son las subidas ¿no?. Pues va a ser que no. Arabit me va sacando poco a poco ventaja. Empiezo a resignarme con mi cuarto puesto y sin ser demasiado consciente aflojo algo el ritmo. Terminando la subida me doy cuenta de que el quinto clasificado me está alcanzando poco a poco.

Terminando la subida

Llegamos a una pista más o menos llana en la que tengo una clara visión del estado de la carrera. Arabit me saca más de 20 segundos. Mi perseguidor está de mi a otros tantos. Aprovecho una bajada bastante empinada para meter el turbo y afianzar mi cuarto puesto (en este tramo registré en mi Garmin un ritmo máximo de 2'45''/km) y me separo lo suficiente del quinto clasificado para saborear mi cuarto puesto durante el último kilómetro. 

Sigo persiguiendo la foto de mi entrada a meta con mi hijo Javi en brazos y dado que voy con mucha ventaja confío en que esta vez sí. Mi gozo en un pozo, dado que Elena llegaría tarde y no pudo estar en la meta a tiempo. Los que tenéis hijos sabréis de sobra que intentar cuadrar horarios con un mocoso a tu cargo es bien difícil. Seguiremos intentándolo Javi Jr., pero al ritmo al que estás creciendo vas a tener que cogerme tú en brazos y meterme en meta.


La medalla de chocolate no sabe tan mal.

Al final registro en mi GPS 9,63 km con 200 metros de desnivel positivo y un ritmo medio de 4'12''/km. Muy satisfecho, la verdad. Hace unas semanas que estoy analizando mis registros de pulsaciones en las series en pista. Teniendo en cuenta que en series no logro sobrepasar las 170 ppm me ha sorprendido la gráfica de pulsaciones en la carrera. Pulsaciones muy altas y mantenidas durante toda la carrera. Creo que es buena señal.


¿Efecto dorsal?

Por último quería felicitar a la organización de la carrera. Ha sabido aprender de sus errores y ha resurgido a lo grande. Para los que venimos de las carreras de montaña el recorrido no resulta demasiado atractivo, dadas las limitaciones "montañeras" que ofrece la zona. No obstante esto último queda compensado con creces por el buen hacer, las infraestructuras disponibles y la multitud de modalidades deportivas a las que puedes optar (carrera a pie, senderismo, carreras y actividades lúdicas para los nanos). Todas con horarios escalonados para que toda la familia pueda disfrutar de una jornada de deporte y convivencia. Estoy seguro que el año que viene volveré. Y ahora a preparar la Subida al Portazgo, primera carrera seria del año 2014.


MURCIA NIGTHS RUNNING

Hace un par de semanas decidí sobre la marcha apuntarme a la primera edición de la "Murcia Nights Running", que traducido al castellano fue un 10.000 nocturno por la ciudad de Murcia. Hacía tiempo que no corría una carrera en asfalto. El pasado verano hice un par de ellas, pero salí "espantado" al sufrir en mis músculos lo duro que es llevar ritmos endiablados de manera constante. En cualquier caso esa incursión me vino muy bien para la temporada otoñal de carreras por montaña, ya que cogí un punto de velocidad que no tenía.

Tenía ante mí un recorrido, que pese a haber perdido atractivo respecto a la propuesta inicial en la web de carrera, resultó de lo más entretenido. La idea, consensuada con mi entrenadora Tere Nimes, era presentarse en la carrera y afrontarla como un mero entrenamiento, ya que durante esa semana realicé la típica semana con bastante carga de entrenamiento, por lo que no me presenté excesivamente descansado para el evento.

La carrera fue tan corta que no da para un gran relato. Curiosos acontecimientos posteriores y previos a la carrera:

  - Me quedé muy sorprendido al comprobar que había del orden de 1.300 corredores inscritos. Un disparate comparativamente con las carreras de montaña, en las que por motivos de Medio Ambiente, el número de corredores suele estar limitado a unos 300. Y tengamos en cuenta que era un sábado por la noche. Si tuviésemos políticos realmente comprometidos con la sociedad deberían de reparar en el potencial del deporte como alternativa de ocio, promoviendo eventos como el de esta noche. Poco a poco iría calando en la sociedad y repercutiría positivamente en la juventud alejándola un poco del estándar de ocio nocturno tristemente establecido en torno al alcohol y las drogas. Y todo esto con un coste irrisorio. Por desgracia la política se mueve por motivaciones cortoplacistas y pienso que se la trae floja la salud y bienestar de nuestra sociedad.

 - Tuve la feliz idea de cascarme 1/2 hora antes de la salida un gel energético y un gel de cafeína. Salí super enchufado y creo que me vino muy bien para la carrera. De todas formas creo que es algo que no volveré a hacer a esas horas, ya que cuando me acosté en la cama la suma de la activación de la carrera y el gel de cafeína (creo que equivale a un par de cafés) me hizo estar como un búho y no logré dormirme hasta al menos las 4 de la madrugada.


 - Tras 2 horas de dormir y menospreciando el esfuerzo de la noche anterior me casqué 3 horas de entrenamiento por montaña por la Sierra de Orihuela a lo "Walking Dead". Iba echo una p... mierda. Mejor no repetir mucho combinaciones así, que luego me van a pasar factura.

En cuanto a la carrera en si la corrí en 37'30'', esto es, a 3'45''/km. Uno va conociéndose y ese era justo mi objetivo. Saqué el primer 5.000 a un promedio de 3'51''/km. Salí bastante conservador. En el último 5.000 aprieto el ritmo y sin parar de adelantar gente (creo que solo fui adelantado por sólo un corredor en esta última parte) saco un promedio de 3'39'', con un último 1000 a 3'36''/km. . No estoy en mi mejor estado de forma, pero estoy muy contento con el resultado. Además, viendo el ritmo de los primeros (el ganador hizo 32'19'') veo que no fue una carrera rápida. Tenía 4 puentes con subida que rompían bastante el ritmo. Es la primera vez que corro esta distancia, pero creo que en un estado de forma más "fino" y en un recorrido más rápido no tendría problema en correr por debajo de 3'40''/km. No obstante voy a ver si me centro más en la montaña, por lo que es una incógnita cuándo podré probarme en esta distancia, que dicho sea de paso, me parece muy atractiva.

miércoles, 15 de enero de 2014

IV CARRERA SIERRA DE CHIVA

El viernes por la tarde partió una expedición murciana hacia Chiva (Valencia). Alberto Plazas, Bárbara, Juanjo Larrotcha, Ramón García (un tio de puta madre amigo de Alberto al que aún no conocía), Carlos Marín y un servidor. Al día siguiente nos esperaba un "paseo" por los montes de Chiva compitiendo en un recorrido de 64 km y 3.000 m de desnivel positivo. Por fin mi ansiado debut en una ultra.



Las semanas previas a esta carrera atesoraban un buen puñado de entrenamientos de más de 40 km/2000m de desnivel, así como unas exitosas carreras en la liga regional de carreras por montaña. Semana previa a la carrera de Chiva en la que descansé mucho y comí bien. Esta carrera me la había planteado sin ninguna pretensión. Sólo terminarla y asegurar los dos puntos necesarios para poder optar al sorteo de plaza de la TDS, objetivo prioritario de la temporada 2014. Nada podía fallar...



Me adelanté con Juanjo el viernes por la noche a recoger el dorsal para el día siguiente. Juanjo había participado ya dos veces en esta carrera (¿o eran tres?) obteniendo siempre la "medalla de chocolate" (léase cuarto puesto). Volvimos al hotel, donde compartíamos habitación, y tras cenar nos fuimos a la cama. Pasé una noche horrible, en la que dormí a lo sumo 3 horas. Me sentía muy empachado. Me había atiborrado demasiado los dos últimos días haciendo la carga de hidratos para la carrera. Para más inri la máquina del aire acondicionado hacia un ruido infernal y la tenía encima de la cabeza. Nos despertamos a las 5, desayuno, café doble y nos fuimos tranquilamente a la zona de salida, donde a las 7 de la mañana empezaría el evento. 

No voy a entrar demasiado en detalles en lo que fueron las siguientes horas en carrera. Salida puntual en la que la gente corre que se las pela. Intento salir tranquilo y me sitúo más o menos entre los 40 primeros. Vamos con frontal y en el siguiente avituallamiento, ya de día, lo podemos dejar para que nos lo entreguen una vez lleguemos a meta. Alguien me dice que voy el 35. Estoy en el kilómetro 10, en una buena posición y con las fuerzas intactas.

En líneas generales he de decir que el recorrido de la carrera no me resultó nada atractivo. La carrera está dividida en 7 subidas con sus correspondientes bajadas. Ninguna excede los 450-500 metros de desnivel. Es una carrera muy corredora aunque sí que tiene algunas subidas y bajadas bastante contundentes. El paisaje carece de árboles. Estamos siempre rodeados de montañas más bien pequeñas, de roca caliza, y la vegetación predominante es el matorral.



Los siguientes kilómetros de carrera consigo ir mejorando mi posición poco a poco hasta alcanzar el puesto 25 en el kilómetro 25 más o menos. A partir de este punto noto que no voy suelto. De hecho no he ido suelto en ningún momento, pero he confiado en que mis sensaciones irían mejorando conforme avanzara la carrera, cosa que no ocurre. Voy perdiendo puestos y ganando algunos, pero la tendencia es siempre a la baja. De manera fugaz la posibilidad de la retirada empieza a rondar mi cabeza... 



Como ya me habían comentado la organización de la carrera fue estupenda. Puestos de control muy bien surtidos y voluntarios que estaban dispuestos a todo con tal de facilitarte las cosas. El recorrido estaba salpicado de personas del pueblo de Chiva que suben a la sierra y se desviven jaleando y animando. Y de paso se montan sus fiestas y sus almuerzos. A veces los confundo con avituallamientos. 

Llevo 30 km y aún me quedan otros tantos. No entiendo el motivo, pero las piernas me pesan un montón. Me cuesta hasta correr en llano. En tramos de pista cuesta abajo apenas consigo ir más rápido de 4'45"-4'50"/km. Corono un duro pico en el kilómetro 35 y la idea del abandono se hace más fuerte y no deja de seducirme. Intentó convencerme de seguir pensando que si no termino esta carrera el verano que viene no podré ir a los Alpes a la TDS, pero me da igual. ¿Qué cojones hago aquí arrastrándome? Yo disfruto corriendo rápido y apenas puedo andar. Me prometo que acabe como acabe voy a mandar la ultra distancia al carajo. 

Es curioso pero la semana previa a la carrera Elena me comentó que me notaba raro, sin ganas ni siquiera de hablar de la prueba. Me dio que pensar ya que, ciertamente, la semana previa a una carrera estoy muy ilusionado dándole vueltas a cómo plantearla, a la logística de la comida y la bebida, etc. Pero esa semana previa fue distinto. Es difícil estar seguro, pero creo que lo que me pasó en Chiva se debió a que no había recuperado bien, tanto física como mentalmente, de la carrera en la Cartagena Trail, que además de muy intensa, se corrió en unas condiciones climáticas bastante adversas. Aun así es raro, ya que durante muchas semanas de entrenamiento previas había podido constatar que mis recuperaciones de largas semanas con mucha carga de entrenamiento habían sido inmejorables. 



Llevo casi 40 km de carrera y voy por un tramo de transición llano por una carretera. Apenas puedo correr. Alterno correr con andar. Aguanto así unos minutos. En el kilómetro 42 llego a un avituallamiento. Iré en posición 35 más o menos. Tras 4h40' de no conseguir conectar con la carrera y sentir como me voy apagando la tentación de la retirada me vence. Me quedan por delante 20 kilómetros y 1000 m de desnivel. Continuar va a resultar una agonía física y mental tremenda, de la que tardaría en recuperarme varias semanas. Intento fotografiar mentalmente cómo me encuentro, ya que estoy seguro que los días posteriores, cuando lo sufrido sea un lejano recuerdo, me lamentaré de haber tirado la toalla y no haber seguido hacia delante con un par.

Comunico a la organización en el avituallamiento mi retirada. Me siento liberado. Mientras se organizan para poder trasladarnos a mi y a otro corredor retirado hasta el pueblo, lo doy todo aprovechando el "buffet libre" que me ofrece el avituallamiento. Me como del orden de 10 porciones de tarta de manzana. Joder, me están dando arcadas. Me subo al coche dando buena cuenta de unos sandwiches. Dos chavales muy majos y simpáticos nos dejan en Chiva justo cuando el primero de la carrera está llegando.

Al menos los resultados del resto de integrantes de nuestra expedición no estuvo nada mal. Juanjo Larrotcha, con problemas de ampollas en los pies, hace un nuevo cuarto puesto que le sabe a poco. En la clasificación de veteranos hace segundo puesto. Bárbara, en el que creo que fue su debut en una carrera de esta distancia, obtiene un primer puesto en la clasificación veterana femenina, siendo tercera en la general femenina. Carlos Marín fue de menos a más (creo que me adelantó en el km 25) y acabó en puesto 16. Alberto salió a degüello en el inicio de la prueba. Tuvo un bajón importante, andó mucho y aún así entró en la posición 26. Su amigo Ramón, que debutaba en una carrera de montaña, entró junto a Alberto.



Me ha costado dos semanas hacer ganas y sentarme a escribir esta crónica, pero hay que estar a las duras y a las maduras y está claro que todos los relatos de mis carreras no van a ser de buenas actuaciones. Quiero pensar que lo que me ocurrió en Chiva me va a hacer mejor corredor desde el punto de vista mental, ya que me enfrenté a una situación que estoy seguro que voy a tener que afrontar multitud de veces en el futuro. La carrera de Chiva me derrotó, me vino muy grande. No hay excusas. Cuando estaba apagándome en carrera me hice la promesa de olvidarme de carreras tan largas y centrarme en las más cortas, de hasta 42 km, ya que se me están dando bastante bien y son bastante llevaderas en cuanto a entrenamientos. Ahora me muevo en la duda de hacia donde tirar.

Ahora toca descansar y empezar con la pretemporada. A mediados de enero iré junto a Bárbara y Alberto al Ternua Snow Running de Sierra Nevada (carrera nocturna por la nieve de unos 11 km y 800m de desnivel que llega a la cota de 2.800 m). En febrero haré alguna prueba corta y según las sensaciones que tenga veré hacia donde tiro. Durante este invierno-primavera tengo ganas de diversificar y hacer mis pinitos con el esquí de montaña, intentar volver a escalar de vez en cuando, retomar las rutas de montaña andando con Elena, así como de hacer algo de nieve en plan poco técnico. Creo que serán actividades cruzadas que me beneficiarán como corredor. Demasiado quiero hacer yo...