domingo, 7 de diciembre de 2014

V YETI TRAIL 2014

Tras bastantes meses sin competir y después de un parón importante en los entrenamientos durante el mes de verano me siento preparado para volver al tajo.



Echaba de menos el ambiente de las carreras, ver a amigos y conocidos y contarnos nuestras batallitas. Sólo por esto merece el esfuerzo de asistir a las carreras a sufrir un buen rato.


Momentos previos con Jesús, Javi y Josquín

Pistoletazo de salida. Salida calmada en cabeza de carrera, hasta que en la en la primera subida Juan Miguel Cuenca comienza a apretar y se va estirando el grupo de cabeza. Ya de primeras cuento con que hay cuatro corredores con los que no tengo nada que hacer: Cueca, Javi Salar, Yedra y Mendoza. Además con ellos se va otro corredor que no se muy bien quien era, pero que a la postre se retiraría




Hacemos un grupillo de 4 corredores entre los que se encuentra Joaquín Cárceles. Más tarde se reincorpora al grupo Calixto. Estos primeros kilómetros es Joaquin quien marca el ritmo. Llevamos un ritmo cómodo. Me viene bien ya que mi intención era salir algo contenido y es así como me siento. Llega un momento, en el kilómetro 8, en el que decido ponerme en cabeza y apretar. Me quedo solo. Llego al avituallamiento de la casa forestal, recargo rápido y salgo pitando. Afronto la subida a Peña Apartada. En el final de un repecho importante veo a uno de los corredores que se fue en cabeza en la salida. Hago cálculos y lo tengo a 3 minutos.

Llego al primer pico y veo a José Alberto, que hoy está en la organización de carrera. Me da ánimos y referencias con las distancias del grupo de cabeza. creo recordar que me dice que el primero va a 10 minutos. Empiezo la primera bajada de la carrera. Bajo suelto, fluido y con buen ritmo pero sin apretar ya que voy solo, no veo nadie por detrás y queda mucho tiempo por delante.

En Peña Apartada
Ahora toca la subida de la carrsca y por detrás veo a un corredor de CEX Cartagena que me va pillando. Yo sigo tranquilo con mi ritmo y haciendo mi carrera. Llegamos al segundo avituallamiento. Recargo rápido y me juntó con mi perseguidor. Al avituallamiento he llegado un poquito pájara, pero en cuanto como y bebo la cosa cambia. Empiezo a andar y correr para arriba de manera alternada y voy alejándome de mi compañero.

Llegando a Collado Mangueta miro para atrás y veo a Jesús Molina que va como una moto. Hace como nadie el ir de menos a más y ya contaba con que me iba a pillar. Increíble lo de Jesús. Hace dos semanas se casca una ultra de 125 kilómetros y la semana pasada hace 3 horas en la maratón de Murcia. Me pide paso bajando la Canaleta, intento seguirlo, pero a los pocos minutos me doy cuenta que no tengo nada que hacer y que si sigo así el sobreesfuerzo me va a pasar factura, por lo que aflojo y se va.

Terminan las zonas más técnicas de la Canaleta, me relajo y ZAS!, pedazo de patada que le doy a una piedra. Veo las estrellas. A día de hoy aún me duele el pie. Lo bueno de ir tan puteado compitiendo es que se relativizan golpes como estos. Tu cuerpo está inmerso en una ola de sufrimiento, por lo que un dolor más no cambia demasiado la cosa. Sigo cojeando unos minutos hasta que me recompongo.

En la transición hasta la subida al Morrón chico me engancha de nuevo el corredor del CEX Cartagena. Se aleja un poco y vamos haciendo la goma. Avituallamiento pre-cortafuegos y para arriba. Toca la subida más dura de la carrera en la que se anda sí o sí. Gran sorpresa ya que me encuentro bien y llevo un ritmo bastante estable. Me cruzo con Anto López, que está siguiendo la carrera aprovechando para hacer un entrenamiento y me acompaña unos minutos para arriba. Me da conversación y me viene de puta madre para evadirme del esfuerzo. Miro para atrás y veo que viene Calixto con buen ritmo dispuesto a pillarme. Anto para y lo espera mientras yo sigo. Mientras tanto el corredor del CEX Cartagena flojea y lo adelanto.


Llegamos a un tramo de transición entre el final del cortafuegos y la subida por la Senda del Caracol. Recuerdo que el año pasado lo tuve que hacer entero andando y este lo hago entero corriendo. Buena señal. Subiendo el Caracol veo que Calixto está a 30 o 40 segundos de mí. Yo sigo a lo mío. Llegando al Morrón Chico empieza a hacer frío, viento y a llover fuerte. Llevo un chubasquero en la mochila pero prefiero seguir y no perder tiempo. Voy corriendo fuerte y el calor generado me ayuda a compensar el frío. Me acuerdo de Calixto, al que no le sienta nada bien el frío. Lo veo y va jodido. Creo que ya no va a poder pillarme. Por detrás de él veo a un corredor al que no conozco. Va fuerte y me adelanta. Consigo mantenerle el ritmo, y coronamos el pico juntos. Comenzamos la última y larga bajada. Terreno delicado, técnico y con mucha roca mojada. Me encanta. Sigo el ritmo que marca mi acompañante y vamos charlando un ratillo. Esta es la parte de la carrera que más me gusta, ya que el paisaje es brutal. Cuando estamos a 1 km de Collado Blanco me noto con fuerzas y lo adelanto dejándolo atrás. Último avituallamiento sólido y para abajo.

Llegando a la pista de Leyva me ecuentro de nuevo con Anto. Me hace de "pacer" hasta el barranco de las brujas y me da conversación. Es una suerte tener amigos así. Voy mirando hacia atrás y no veo a nadie. Me gustaría tener una llegada tranquila, pero va a ser que no. Justo antes de entrar en el barranco miro hacia atrás y veo al corredor que había dejado atrás en Collado Blanco a 15 segundos de mí.

Me escapé en el kilómetro 8 y estamos en el 42. Salvo con Jesús Molina he sido capaz de defender mi posición con uñas y dientes. Creo que merece la pena un apretón más. Aprieto el ritmo todo lo que puedo, sin mirar atrás. Pasan los minutos y nadie me adelanta. ¡Por fin meta! 

Mi crono 5h02'. 3 minutos menos que el año pasado. Veo las clasificaciones y me quedo muerto. He quedado quinto. No esperaba estar tan arriba. Uno de los corredores de cabeza se ha retirado y Javi Salar se ha torcido el tobillo. Muchos meses después puedo confirmar que me encuentro recuperado y en el buen camino. ¡A seguir trabajando!

 
 

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