Sin duda alguna la Yeti Trail es la carrera más bonita y completa que se organiza en la Región de Murcia. A lo largo de sus 44 km y 2.600 m de desnivel positivo te permite recorrer las partes más significativas y espectaculares de esta sierra de la Región de Murcia. Como objetivo para esta carrera me he puesto bajar de 5 horas. Teniendo en cuenta que hace dos años hice 6 horas 45 minutos, se presenta como un objetivo ambicioso pero alcanzable.
Una vez más no logro hacer un calentamiento en condiciones. Y eso que he sido previsor y he llegado con tiempo a El Berro. Calentamiento de lengua más que de piernas saludando a amigos y conocidos. Un calentamiento en condiciones, desde mi punto de vista, sería de unos 20 minutos de carrera continua suave, unos estiramientos y cinco o seis sprints progresivos. En lugar de ello corro 5 minutos buscando un sitio donde hacer popó y me meto a la cafetería a tomarme un café con los colegas. Y por fin la salida.
Salida muy relajada encabezada por Alberto Plazas. Así da gusto. Todos juntitos al trote y hablando. Podría ser así toda la carrera y jugárnoslo todo al sprint en el último kilómetro, ¿no? Pero la tranquilidad dura bien poco cuando 6 o 7 integrantes del Roller Masters avanzan en tromba a coger la cabeza de carrera y animar la fiesta. Joder, parecen el New Team de Oliver Aton, a toda ostia para liarla parda.
Tras un primer repecho que nos obliga a andar se van definiendo las posiciones de carrera. Los 10 o 12 primeros desaparecen y yo me quedo en un segundo grupo perseguidor integrado por Joaquin Cárceles, José Bermúdez, Calixto y un servidor. A duras penas veo que nos siguen Anto López, Daniel Lax y 3 ó 4 más que no conozco. Vamos por una senda cómoda con una subida muy relajada que permite correr mucho. Decido coger la cabeza del grupo y tirar un poco más fuerte, lo que hace que se descuelgue gente y nos quedemos Calixto, Joaquín Cárceles, José Bermúdez y yo. Un grupo muy majo que va a funcionar durante muchos kilómetros. Llegamos al primer avituallamiento. Recargo bebida con el isotónico que dan y cuando empiezo a beber corriendo me doy cuenta de que tiene demasiada concentración de azúcares y me da calambres en el estómago cada vez que bebo, por lo que desisto de beber isotónico en carrera y opto por tomar sólo agua. Esto, como podréis ver, me pasará factura más tarde. Puestos a hablar de los avituallamientos, eché en falta más variedad en el alimento sólido. Sólo había barritas y plátano creo recordar. Por lo demás un 10 a la organización.
Llegando al primer pico de la carrera veo que se nos está acercando un grupo peligrosamente. Los últimos kilómetros nos hemos puesto de palique y nos hemos relajado. Decido apretar. Joaquín Cárceles se descuelga y empieza la primera bajada importante. Algo técnica al principio voy preocupado porque bajar no se me da demasiado bien y es probable que me adelanten unos cuantos. Decido bajar a tope, arriesgando bastante, lo que contra todo pronóstico me permite alejarme de mis perseguidores. Únicamente nos quedamos Calixto, Fran Fuertes, que ha conseguido enganchar con nosotros y yo.
Subimos por La Carrasca y Fran Fuertes, tras compartir unos kilómetros con Calixto y conmigo se va alejando poco a poco. Con esto ya contaba. Por las pocas ocasiones que he coincidido con Fran en una carrera veo que es un corredor de mucha calidad que va de menos a más. De hecho finalizó en octava posición esta carrera. Siempre salgo más fuerte que él y siempre acaba pasándome a mitad o a los 2/3 de carrera.
Nos quedamos Calixto y yo. Una buena pareja. Veo a Calixto muy fuerte pero me comenta que le está costando comer en los avituallamientos. Llegando a la segunda cota importante de la carrera, Collado Mangueta, veo que Joaquín Cárceles está a 15 ó 20 segundos de nosotros. Aprieto de nuevo en la bajada más peligrosa de la carrera. La Canaleta por el Barranco de El Gallego. De nuevo me sorprendo porque dejo detrás a mis perseguidores y a Calixto que ha empezado a desfallecer debido a sus problemas al comer sólido. ¿Estaré aprendiendo a bajar?
Tras una bajada sin contratiempos llego con ritmo alegre a la zona de La Perdiz donde hay un avituallamiento en el que nuestra carrera se une con otra más corta que ha empezado 2 horas más tarde, la mini Yeti Trail. Llevamos unos 30 kilómetros de carrera y justo aquí comienza la subida más bonita y demoledora que nos lleva hasta el Morrón Chico. Miro el cronómetro y van 3 horas de carrera. Según mis cálculos es el tiempo que debía llevar en este punto para tener opciones de bajar de 5 horas en carrera. Empieza la subida y... ¡Mi amigo el pajarón! Increible y a la vez previsible. Pues habrá que subir como sea. En plan The Walking Dead me arrastro hacia arriba. Voy pensando que en el fondo me lo merezco. He bebido y comido poco. Y encima está haciendo un calor muy salvaje. Ya sólo queda seguir arrastrándome lo más dignamente posible y esperar que mis perseguidores empiecen a adelantarme. Ahora mismo creo que voy en posición 13. Me va a caer la del pulpo. En el primer cortafuegos me adelanta Joaquin Cárceles, que está haciendo un carrerón. Me da ánimos y desaparece.
Llegamos a la famosa Subida del Caracol. Pues en vez de Subida de Caracol la deberían llamar Subida de Javi Guirado el Caracol. He intentado comer y beber bastante pero sigo igual de lamentable. Justo en este momento me adelanta José Bermúdez. Educadamente me da ánimos y se esfuma en un santiamén.
Cuando llego a El Morrón Chico me recompongo un poco y logro correr, no demasiado rápido, hacia abajo. En este momento me adelanta Jesús Molina. Sabiendo que Jesús es otro que va de menos a más y cuanto más larga es una carrera más le beneficia, era más que previsible. No obstante intento recomponerme mentalmente y me marco como objetivo no perder de vista a Jesús ya que pienso que cuando lleguemos a la pista puedo tener posibilidades de enganchar con él. A todo esto adelanto a Antonio Ibarra. Vamos para abajo pero el pobre va andando-trotando. Se le ve muy jodido. Por lo que vi más tarde no fue una excepción y hubo grandes pinchazos de los pro de la Región.
Volviendo a mi guerra Jesús va delante de mí en la primera parte de la bajada, algo técnica pero muy corrible. Ambos vamos adelantando corredores de la carrera corta pero Jesús va mejor. Calculo que está corriendo unos 10"/km más rápido que yo. En estas que aparece el que faltaba, el Yeti.
Avituallamiento en Collado Blanco. Al fin algo de variedad en el sólido. ¡Membrillo! Me encanta. Y otra vez para abajo. Cogemos una pequeña senda técnica, que a lo largo de un kilómetro y pico nos llevará al enganche con la ansiada pista de Leyva. En esto que sin previo aviso, y debido a la mala hidratación y el calor que está haciendo, me da un pedazo de calambre en el vasto interno de la pierna izquierda. Tranquilo, no pasa nada... Estira un poquico... Me cojo la pierna para estirar el cuádriceps y ¡zas! calambre en el gemelo. Pierdo el equilibrio y caigo a plomo al suelo. ¡Me cago en todas las zorras del Kurdistán! Sé que no voy bajar de las 5h. Que putada los calambres. Me pasan varios de la mini Yeti y lo flipan un poco viéndome retorcerme por los suelos. Se interesan por mi estado y uno de ellos me recomienda ponerme de cuclillas, lo que me viene muy bien.
Espero unos tres o cuatro minutos sentado, se me relaja la musculatura y empiezo a correr de nuevo. Engancho la pista y a bajar lo más rápido posible. A ritmos de entre 3'50" y 4'15", que a estas alturas de la carrera y tras el incidente de los calambres no está nada mal. En esto que llegando al Barranco de las Brujas adelanto a Edu Chordá. Otro que lo ha pasado mal hoy. Engancho el barranco y corro todo lo que puedo. Mi objetivo desde que me han dado los calambres es que no me pille nadie y no perder más puestos en la clasificación. Además he adelantado a Chordá, que siempre está entre los 3 o 5 primeros y me da un poco de alas. De repente oigo una locomotora detrás de mí y me pasa Chordá a toda ostia. ¡Qué calidad tiene el tío!
Llegada al pueblo. Voy solo y un poco atolondrado. Entro en meta en 5h04'46". Una vez que entro veo que estaba Elena con mi hijo Javi algo antes de meta, como le pedí, para coger a Javi y entrar con ėl. Como he llegado atontao perdido no he coordinado mentalmente y no lo he hecho. ¡A la próxima lo intentamos de nuevo! No he bajado de 5h pero estoy muy contento. Un puesto 15 en una carrera de este tipo era impensable para mí hace unos meses. He aprendido muchas cosas en estas cinco horas. He tenido momentos malos pero he sido paciente y he aguantado esperando a que pasen. Sé que en en los próximos meses, donde espero hacer varios ultra trail, esos malos momentos llegarán de nuevo y más intensamente y hay que aprender a convivir con ellos. Me he dado cuenta que de cara a las próximas ultras tengo que protocolizar y mejorar mis pautas de alimentación e hidratación en carrera, de lo contrario pincho seguro.
Ahora a pensar en los dos últimos retos de envergadura antes de hacer un pequeño parón para afrontar descansado 2014. Cartagena Trail y a la semana siguiente mi tantas veces pospuesto debut en un ultra trail de montaña. Será en la Sierra de Chiva, Valencia.
Por cierto, esto del blog es muy duro. Llevo tropecientos días preparando el post sacando huecos por la noche y he publicado esto lo antes que he podido, aunque la carrera queda ya algo lejos. Espero con el tiempo ser más ágil y publicar antes las entradas.